Poema dedicado a mi única espalda, esa que me martiriza día a día.
 |
Mi espalda. Vértebras lumbares.
¿Me hablas de frecuencia? Ahora no sé que contestar. Quizá uno de cada diez, o uno de cada cien. Estoy confusa,cansada, inflamada. Las dudas me acompaña cada día. Han escrito una carta y me dicen que informe, pero estoy muda y no es un efecto secundario. ¿Me hablas? No puedo escuchar, hoy no. Sé que somos dos almas y que sientes la soledad. |
Hola.
ResponderEliminarNo sabes como te entiendo. Espero que te recuperes pronto. Y sí, si le hiciésemos más caso al cuerpo cuando nos habla, probablemente no llegaríamos tan lejos con nuestros malestares.
Un beso y cuídate mucho.
Debería haberle hecho caso hace mucho tiempo, pero bueno, las cosas están como están. Este poema es el reflejo de un sufrimiento que sé que comparto con otras persona, y me alegro que llegue a personas como tú que saben entender lo que nos ocurre.
ResponderEliminarGracias, Ana
tu cuerpo fatigado y dolido,se resiste a entender por que,
ResponderEliminarfalto de energia y de caricias ausentes para animarla.
como no agotar tus fuerzas y no causarte dolor,
si he alimentado de ti,todas mis esperanzas,todos mis anhelos
y como una llama mortal,pálida pero llena de luz y de calor
para abrigar e iluminar mis pasos,que aunque sean mas fuertes
van sin rumbo sin esa luz que despiden tus ojos
y mis velan son empujadas por ese aletear de angeles que te rodean
y que llevan a puerto seguro.