PARA MIGUEL |
No me consueles diciendo cuales son mis temores.
Tengo miedo metido en la cintura.
Tengo miedo escondido en todas las palabras.
Me ronda una muerte lenta que ensucia mis vestidos.
Los sueños de mi almohada son sueños de muerte,
de muertos que no están muertos.
Me reconozco en cada uno de los cadáveres que recuerdo;
en sus sabores, en sus olores,
incluso sus palabras se hacen mías.
Un placer leerte, como siempre!
ResponderEliminarmuy profundo. Abrazos.
ResponderEliminarTe quiero cariño...
ResponderEliminarMuchas gracias, para mí un placer el que me leais¡¡¡.
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